Los árboles mejoran el rendimiento de los niños en el colegio

Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) informa de un vínculo entre la exposición a los espacios verdes en la escuela y el desarrollo cognitivo en niños de primaria. El contacto con la naturaleza se cree que desempeñan un papel fundamental e insustituible en el desarrollo del cerebro, pero la evidencia disponible sobre tal papel todavía es escasa. En esta información de la edición digital de El País, también se da cuenta de las conclusiones de este estudio, que forma parte del proyecto Breathe, financiado con 3,5 millones de euros por la Comisión Europea.

Para probar la asociación entre la maduración cognitiva y la exposición a los espacios verdes en el hogar y la escuela, un estudio dirigido por Payam Dadvand y coordinado por Jordi Sunyer, investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), centro aliado ISGlobal, ha supervisado los cambios en las medidas cognitivas cada tres meses entre enero de 2012 y marzo 2013 en casi 2600 alumnos de primaria de entre 7 y 10 años de edad en Barcelona.

Durante un período de 12 meses, la exposición al verdor dentro y alrededor de las escuelas, determinado por datos de satélite, se ha relacionado con una mejor capacidad mental para manipular de forma continua y actualizar las facultades de información conocidas como memoria de trabajo y memoria de trabajo superior, respectivamente, y con una reducción de la falta de atención, independientemente de la etnia, la educación de la madre y el empleo de los padres.

Cada incremento del rango intercuartil del verdor total circundante estaba vinculado con un aumento del 5% en la memoria de trabajo, un aumento del 6% en la memoria de trabajo superior y una reducción de 1% en la falta de atención. "También encontramos que la contaminación del aire relacionada con el tráfico representaba entre el 20 y 65% de las asociaciones estimadas entre el verdor de la escuela y el desarrollo cognitivo. Una parte de la influencia observada de espacios verdes en el desarrollo cognitivo podría estar mediada por la capacidad de los espacios verdes en la reducción de la contaminación del aire que, a su vez, se ha relacionado negativamente con el desarrollo cognitivo", explica Dadvand.

Sin embargo, no se observó ninguna relación entre la exposición al verdor en las casas y las medidas cognitivas. "Dadas las crecientes tasas de urbanización mundial, la expansión de los espacios verdes en las escuelas podrían conducir a mejoras en el desarrollo cognitivo de los escolares, que en última instancia, pueden dar lugar a una ventaja en el capital mental al nivel de la población ", concluye Sunyer.

"Barcelona es una ciudad con altos niveles de contaminación del aire y relativamente poco espacio verde. Este estudio proporciona más apoyo a los esfuerzos del ayuntamiento para renaturalizar la ciudad y reducir el uso del coche mediante el fomento tanto del transporte público como el transporte activo", explica Mark Nieuwenhuijsen, investigador del CREAL.