Los bosques tienen su propia dinámica: pueden ganar terreno, perderlo o mantenerse estables. Para entender qué variables afectan a esta dinámica, Aitor Améztegui y su equipo, del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) compararon el límite del bosque en los Pirineos catalanes entre los años 1956 y 2006.