"Utilizar animales para limpiar el monte es más eficiente que sistemas mecánicos"

El Grupo de Investigación Sistemas Silvopastorales de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) constata mejoras en la calidad de la madera, el bienestar animal, la eliminación de la aplicación de herbicidas o la prevención de incendios.

El Grupo de Investigación Sistemas Silvopastorales de la Escuela Politécnica Superior de Lugo, de la Universidad de Santiago de Compostela ([e=http://xornal.usc.es/export/sites/default/xornal/imaxes/conxunto_identi…]), desarrolla un proyecto que consiste en el uso de ovejas para pastoreo en una plantación de frondosas productoras de madera de calidad, con el fin de comprobar la eficacia del silvopastoreo en comparación con la utilización de técnicas químicas y mecánicas, así como para evaluar el impacto en el suelo y el arbolado. Después de dos años de trabajo, los resultados son indiscutibles, según señala la USC en un comunicado: el uso de las ovejas para el control de especies vegetales en el sotobosque es tanto o más eficaz que otros sistemas de limpieza, con el valor añadido además de la disminución del impacto ambiental y una mayor rentabilidad económica generada por el ahorro de costes y aumento de la calidad de la producción animal. “Los beneficios son de todo tipo: Para los propietarios de los terrenos y de los animales, para el bienestar de los propios animales, que son criados en condiciones de ganadería ecológica, para sus consumidores, y para la sociedad en general, ya que evita la aplicación de productos contaminantes, además de que aumenta la biodiversidad, la captura de carbono es mayor, y disminuye el riesgo de incendios”, señala Antonio Rigueiro, el catedrático que dirige el Grupo de Investigación Sistemas Silvopastorales. El único daño detectado por el uso de las ovejas en silvopastoreo en esta plantación es un pequeño desprendimiento de la corteza en la parte inferior del tronco de algunos árboles, “pero es una capa fina muy superficial, por lo que estimamos que no supone un daño para los árboles ni tendrá impacto después en la venta de madera”, apunta el director del grupo de investigación. Dos años de trabajo El estudio se desarrolla desde 2010 en una parcela de más de 100 hectáreas propiedad de la empresa Bosques Naturales, ubicada en el municipio coruñés de Boimorto. Para la recogida de datos en esta superficie se establecieron dos cargas ganaderas diferentes: cuatro y ocho ovejas por hectárea, con el fin de comparar los efectos de la cantidad de animales destinados al silvopastoreo en las parcelas con características similares. Según Rigueiro, “traducido al rendimiento económico, la producción animal se estima en 250 euros por hectárea y año en el caso de la carga animal más baja, y hasta 500 euros por hectárea si empleamos ocho ovejas por hectárea. Por otra parte, debemos tener en cuenta el ahorro que implica prescindir del el uso de herbicidas, que pueden tener un coste aproximado de 200 euros por hectárea y año, teniendo en cuenta el coste del propio producto y mano de obra necesaria para su aplicación”. Para la obtención de resultados, la investigación, de la que también es responsable la profesora de la EPS María Rosa Mosquera Losada, analiza parámetros como la biomasa de raíces, la acidez del suelo (que es mayor en las áreas sin pastoreo) y su contenido en elementos como fósforo, potasio, magnesio o calcio. También se recogen las variables de la producción de pastos y su calidad, así como el crecimiento en altura y diámetro de los árboles. El silvopastoreo del sotobosque en zonas de plantación de especies arbóreas puede realizarse también con otras especies diferentes a las ovejas, como cabras, vacas, caballos e incluso cerdos, dependiendo del tipo de cobertura vegetal en el sotobosque: “Los caballos y las cabras trabajan muy bien en el pasto leñoso, mientras que las ovejas y las vacas se adaptan mejor a los pastos herbáceos. En el caso de las cabras, sólo son recomendables con eucaliptos, o con otras especies cuando se trata de árboles adultos y la corteza del tronco ya es bastante gruesa. También tenemos experiencias muy positivas con los cerdos en plantaciones de castaño”, explica Antonio Rigueiro.

Fuente: Universidad de Santiago de Compostela
Enlace: http://xornal.usc.es/xornal/acontece/2012_06/noticia_0056.html