Simulando el daño que causará el cambio climático en los bosques
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas implementa una tecnología que permitirá predecir lo que ocurrirá a consecuencia del cambio climático en 50 años en nuestros bosques para tratar, justamente, de evitar que ocurra. Esta acción ha sido desarrollada en el marco del proyecto LIFE Soria Forest Adapt.
Esta comunicación se ha publicado coincidiendo con el Día contra la Desertificación y la Sequía, declarado por la ONU el 17 de junio, y que este año girará en torno a la "Restauración. Tierras. Recuperación". Los investigadores del proyecto Life Soria Forest Adapt quieren recordar, así la necesidad de fortalecer los ecosistemas como herramienta de prevención frente a la desertización, ya que tal y como señalan “los bosques prestan innumerables servicios ecosistémicos y son escudos naturales frente a amenazas como el cambio climático”.
Estas técnicas en la que están trabajando junto al CSIC, y que ha tenido resultados muy prometedores en los espacios donde se ha aplicado, es la construcción de un perímetro de metacrilato que funciona como invernadero, y en el que consiguen aumentar la temperatura (unos 2 o 3º), para simular el efecto del cambio climático. En el interior de estas cámaras han integrado un sensor de temperatura y humedad que registra los datos cada media hora, tomando muestras de forma periódica del estado y la evolución de determinadas especies estratégicas situadas en su interior. Esta metodología, que por primera vez el CSIC implementa en España fuera de sus instalaciones, permitirá predecir lo que ocurrirá en nuestros bosques en 50 años consecuencia del cambio climático en 50 años.
De momento se han instalado 18 estaciones de seguimiento en seis bosques de la provincia de Soria que estarán durante tres años, el tiempo que dura el proyecto.
Las especies vegetales elegidas para este estudio son briofitos, principalmente hepáticas, que sufren modificaciones de forma mucho más acelerada que otras como árboles y arbustos, por ello son las que nos anunciarán los cambios futuros y permitirá avanzar qué medidas posibilitarán tomar decisiones de gestión de nuestros montes para adaptar nuestras masas forestales y ayudarles a sobrevivir.
Para el estudio se han seleccionado bosques con dos tipos de especies dominantes: sabinares (Juniperus thurifera) y robledales (Quercus pyrenaica), especies de crecimiento lento y muy presentes en la provincia de Soria en la sierra de la Cebollera, Moncayo, Valonsadero, Cañón del Río Lobos y Finca el Enebral. El Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es la entidad a la que se ha confiado este estudio y sus conclusiones.
Son plantas no vasculares, de rápido desarrollo y muy sensibles a las alteraciones de sus hábitats. Son vegetales con ciclos de vida cortos, en comparación a las plantas vasculares y en concreto a las especies arbóreas objeto de estudio en este proyecto. Es por ello que se han elegido para estudiar su comportamiento en espacios controlados y ver su afección a diferentes cambios y exposiciones climatológicas controladas. Los resultados nos darán, en poco tiempo, una posible tendencia de evolución extrapolable al resto del bosque donde se encuentran.
Fuente: LIFE Soria Forest Adapt