Micosylva+ ahondará en la gestión los montes para favorecer la producción de setas y nuevas iniciativas de regularización y valorización

La sede de la Fundación Cesefor, en Soria, ha acogido la primera reunión de lanzamiento del proyecto Micosylva+, una iniciativa que cuenta con el respaldo y financiación del Comité de Programación del Programa Europeo de Cooperación Territorial INTERREG IVB SUDOE, que tiene por marco ‘la micoselvicultura y valorización de los hongos silvestres comestibles como garantes de la sostenibilidad y multifuncionalidad forestal’.

En este proyecto participan, junto con Cesefor, otros cuatro socios del sudoeste europeo. En concreto, el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya, la Union Grand Sud des Communes Forestières (Francia), la Chambre d'Agriculture de la Dordogne (Francia) y el Agrupamento Europeu de Cooperação Territorial ZASNET (Portugal). La financiación para el proyecto, que cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros, ha sido posible gracias al programa INTERREG IV B SUDOE, después de un proceso de selección altamente competitivo en el que se presentaron 319 candidaturas, de las que tan sólo se aprobaron 18 de ellas. El objetivo de este proyecto de investigación -que además cuenta con el apoyo de un Comité Científico y de Expertos internacional vinculado a 19 instituciones asociadas principalmente de la Unión Europea, Suiza y Canadá- es el de ahondar en las posibilidades que ofrece, siempre en un marco de sostenibilidad y multifuncionalidad forestal, el aprovechamiento de hongos silvestres comestibles y las potencialidades del desarrollo de una micosilvicultura encaminada a su valorización. Uno de los dos coordinadores científico-técnicos del proyecto Micosylva+, Fernando Martínez (también responsable del Área de Micología Forestal y Truficultura de Cesefor), valora muy especialmente poder continuar, gracias a Micosylva+, con los trabajos que se llevaron a cabo entre 2008 y 2011 a través del proyecto Micosylva. “Esta nueva fase del proyecto, asegura Martínez, permitirá capitalizar e implementar los resultados obtenidos y actuaciones emprendidas la etapa anterior, lo que demuestra el reconocimiento a la solvencia técnica del equipo solicitante y la apuesta de la Unión Europea por la integración del recurso micológico en la gestión forestal”. Tanto Martínez como el segundo coordinador del proyecto, el francés Jean Rondet (representante en este proyecto del Ministere de l’Agriculture, de l’Agroalimetaire et de la Foret), coinciden en señalar la importancia de este tipo de iniciativas para la comunidad científica internacional, ya que “tanto Micosylva, como Micosylva+, aportan un enfoque innovador, muy valorado, aunando en sus investigaciones todos los conocimientos sobre el bosque, los hongos y el suelo, disciplinas que tradicionalmente se han venido estudiando por separado”. Rondet también destaca que la amplia participación internacional (tanto de socios como de miembros del comité científico) posibilita una mejor transferencia del conocimiento e intercambio de la información generada en cada región. Jean Rondet destaca que, pese a la amplia tradición recolectora y gastronómica de los productos micológicos en Francia, Castilla y León es un ejemplo a seguir “por el buen nivel de desarrollo socioeconómico de los territorios rurales que está siendo posible gracias a una correcta gestión micológica”. En este sentido, el representante del Ministerio francés, asegura que hay una gran demanda e interés, por parte de numerosos países, por saber “cómo regular la recolección y hacer una gestión que sea sostenible en el tiempo”. Canadá, países del Este europeo y del Norte de África están mostrando su interés por adquirir más conocimiento acerca de estas experiencias. Por su parte, Fernando Martínez valora no únicamente los logros a corto-medio plazo del proyecto, sino también la apertura de nuevos frentes de intereses comunes y la creación de una línea de trabajo conjunta, en el ámbito internacional, encaminada al desarrollo de nuevos proyectos de investigación micológica. Micosylva+ se estructura en tres ejes: 1) La integración de los criterios micoselvícolas en la gestión forestal; 2) la implementación de nuevos proyectos territoriales para la regulación y la valorización socioeconómica de los hongos silvestres comestibles, y 3) la adaptación de la legislación y las políticas públicas a las necesidades y oportunidades del sector. (más información en dossier técnico adjunto).