El Prado, primer museo que recibe la certificación del Registro Nacional de Huella de Carbono

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El Museo del Prado presentó ayer los primeros resultados de su proyecto ‘Iluminando el Prado/Lighting the Prado’, una iniciativa que implicará la incorporación de luminarias LED en sustitución de las lámparas halógenas que hasta ahora alumbraban sus obras. Este proyecto, financiado por la Fundación Iberdrola, permitirá al Prado alcanzar mayores niveles de eficiencia energética, mejorar la conservación material de las obras expuestas y favorecer su apreciación en unas condiciones más próximas a la luz natural. Esta iniciativa se enmarca en una serie de actuaciones que han contribuido a que la prestigiosa pinacoteca sea el primer museo español inscrito en el Sistema de Registro de Huella de Carbono.

El objetivo del Registro es que las empresas calculen y reduzcan su huella de carbono y que la registren voluntariamente. Posteriormente, podrán compensarla a través de proyectos de absorción o sumideros forestales que estén localizados en España, con lo que también se impulsará la creación de masas forestales que absorben el CO2.

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, entregó ayer al presidente del Real Patronato del Museo, José Pedro Pérez Llorca y al director del Prado, Miguel Zugaza, su certificación oficial en un acto en el que la ministra valoró que con esta iniciativa el el Prado muestra un “nuevo modo de iluminar sus pinturas”, que logrará mejorar la conservación de las obras y mostrarlas con más calidad, además de aportar un “claro  beneficio para el medio ambiente, puesto que el nuevo sistema permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”.

“Con esta iniciativa, pionera en España, el Museo del Prado se convierte en un gran ejemplo de lo que necesita nuestro mundo, cada vez más y en todos los órdenes: hacer más, con menos”, subrayó García Tejerina, quien además destacó la importancia de hacer compatible “la conservación de las joyas de nuestro entorno -ya sean producto del arte del hombre o de la Naturaleza-, con su disfrute y con la propia actividad humana” y citó como ejemplo de ello al Museo del Prado, ya que mejora la conservación y la calidad en la contemplación de sus obras, al tiempo que reduce su huella de carbono.

El compromiso de este museo en la lucha contra el cambio climático, según la ministra, “no se limita a la iluminación, sino que alcanza  también al funcionamiento de sus sistemas de climatización, al apoyo al uso del transporte público entre su personal o al empleo de energías renovables”.