La Junta inaugura en Robledo (Zamora) el Centro del Lobo como elemento fundamental de la biodiversidad de la Península Ibérica

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha inaugurado esta semana el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, ubicado en la localidad zamorana de Robledo. Es un centro de divulgación sobre el lobo como elemento fundamental de la biodiversidad de la Península Ibérica, que busca impulsar el turismo y el desarrollo rural de una de las zonas más emblemáticas a nivel mundial en gestión y conservación de la especie, como es la Sierra de la Culebra. Este recurso educativo y de dinamización socioeconómica está ligado al Plan de Conservación y Gestión del Lobo en la Comunidad y ha supuesto una inversión total de cinco millones de euros.

El Centro del Lobo Ibérico, situado en la localidad zamorana de Robledo –próxima a Puebla de Sanabria-, abre sus puertas con el objetivo de desarrollar una labor de divulgación sobre la figura del lobo concienciando al público sobre su importancia fundamental para la biodiversidad en la Península Ibérica; otras de las finalidades son divulgar la gestión que se desarrolla de la especie, promover el desarrollo sostenible de la zona, el turismo de calidad y el centro de investigación en torno a la figura del lobo ibérico.

El centro de divulgación ha sido inaugurado este lunes, 19 de octubre, por el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Al acto también han asistido José Manuel Jaquotot, subdirector de Silvicultura y Montes; Antonio Flores, subdirector de Fomento del Desarrollo del Medio Rural -ambos dependientes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-, así como el alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández. Este centro está ligado al Plan de Conservación y Gestión del Lobo como puesta en valor de este animal como atractivo turístico, y la importancia que supone divulgar y dar a conocer la especie y su ancestral relación con el hombre.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente gestionará el centro a través de la Fundación Patrimonio Natural, tal y como ya se hace con las Casas del Parque y centros temáticos existentes en la Comunidad, como ya lo son el del urogallo cantábrico -en la localidad leonesa de Caboalles de Arriba, en Villablino- o el del águila imperial -en Pedraza, en Segovia-. A su vez, la gestión se llevará a cabo en colaboración con el Ayuntamiento de Puebla de Sanabria para buscar sinergias con el resto de centros de la comarca, especialmente con el Castillo de los Condes de Benavente, situado en el municipio de Puebla de Sanabria.

El Centro del Lobo Ibérico se encuentra situado en plena Sierra de la Culebra, una de las zonas más emblemáticas a nivel mundial en gestión y conservación de la especie, un territorio que también ostenta las figuras de protección de ZEC (Zona de Especial Conservación Natura 2000), Reserva Regional de Caza y Reserva de la Biosfera.

La inversión total en este centro hasta su actual inauguración asciende a 5.509.987 euros, de los que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha aportado 2,7 millones de euros, la Junta de Castilla y León más de 1,9 millones de euros y el Ayuntamiento de Puebla de Sanabria 700.000 euros. En total serán ocho personas las que trabajarán en el nuevo centro y en función de la demanda se ampliará a diez empleados.

La dotación expositiva del centro de interpretación es un recorrido donde todos los aspectos relativos al lobo ibérico se tratan desde el punto de vista de la relación con los humanos; es una de las especies silvestres con las que ha mantenido una convivencia más intensa a lo largo de la historia, generando un enorme patrimonio cultural y siendo la primera en ser domesticada. Se muestra de manera atractiva su importante huella en la cultura material e inmaterial de la Península Ibérica, el afán por avanzar en el conocimiento científico sobre la especie y el resultado actual de este: una relación entre lobos y personas racional y objetiva, plasmada en planes de conservación y gestión, que garantizan una convivencia armónica entre ambos. La visita al centro es un viaje de descubrimiento de la especie a través de su territorio y una experiencia  emocionante, reflexiva y artística, que permite disfrutar con todos los sentidos, utilizando materiales locales, interactivos y manipulables, accesibles para todos sus visitantes.