Aragón elabora sus censos de ciervos para establecer los cupos de caza
En distintos territorios de Aragón con presencia de ciervo y otros ungulados de interés cinegético, técnicos y Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) pertenecientes al Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente desarrollan una labor necesaria para conocer sus poblaciones. Anualmente, la Dirección General de Conservación del Medio Natural pone en marcha la realización del control poblacional de las especies de caza mayor más emblemáticas de la fauna cinegética de la Comunidad Autónoma, de forma que se dispone de información cada vez más rigurosa del estado de las diferentes poblaciones aragonesas de sarrio, cabra montés, ciervo y corzo.
A modo de ejemplo, en estos meses de septiembre y octubre, en los montes de Fraga y Caspe, en las sierras del norte de la provincia de Zaragoza (Sierra de Santo Domingo), en los Montes Universales (Teruel) o en La Garcipollera y su entorno (Huesca), técnicos y Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, realizan durante varias noches diversos censos poblacionales aprovechando uno de los acontecimientos más impresionantes de la naturaleza aragonesa, la berrea del ciervo, momento que constituye el celo del ciervo.
Manuel Pardo, APN en la comarca del Bajo Cinca/Baix Cinca, explica que la población de ciervo de los montes de Fraga, Mequinenza, Caspe, Peñalba, Torrente de Cinca y Candasnos, es la única autóctona de ciervo que hay en Aragón, que no se extinguió nunca, aunque en los años sesenta del pasado siglo fuera reforzada con ejemplares introducidos procedentes de las sierras de Andalucía. Se trata por tanto de una población que se distribuye por los bosques mediterráneos de pino carrasco de la Serreta Negra, en Fraga, y los barrancos de La Valcuerna, La Liberola y por los pinares de Caspe. Se calcula una población cercana de a los 1.700 ejemplares de ciervo, distribuidos por una superficie de más de 30.000 hectáreas.
El censo de otoño está más centrado en el conocimiento de la estructura de la población entre sexos y edades (diferenciando machos de hembras y gabatos), complementándose con otros censos en otros periodos del año que permiten mejorar los datos obtenidos en otoño. Así, los conteos de primavera o inicios del verano permiten mejorar la información, por ejemplo, de la subpoblación de los machos.
Método de trabajo
En este caso concreto, el Gobierno de Aragón organiza entre dos y cinco equipos de varias personas, integrados por técnicos y Agentes de Protección de la Naturaleza de las comarcas de Bajo Aragón-Caspe, Bajo Cinca y Los Monegros, contando también con la participación de los titulares de los cotos municipales y deportivos caza presentes en esta zona de Aragón, cuestión fundamental pues esta corresponsabilidad en los trabajos de conteo e incluso en el establecimiento de criterios de aprovechamiento de la población es fundamental para garantizar su correcta gestión.
Estos equipos realizan transectos nocturnos fijos, repetidos un año tras otro, localizando los diferentes grupos e individuos. Estas operaciones se repiten durante dos o tres jornadas cubriendo todo el territorio a censar.
Los resultados obtenidos permiten conocer las variaciones de los diferentes parámetros poblacionales de un año para otro. En función de estas variaciones y de los objetivos establecidos para cada población, la Dirección General de Conservación del Medio Natural establece los cupos correspondientes de caza que se autorizarán para cada coto, lo que asegura una gestión técnica y sostenible en el tiempo de la actividad cinegética en la Comunidad Autónoma de Aragón.Fuente: Gobierno de Aragón
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