Castilla y León promueve la digitalización del sector forestal y la producción sostenible de madera con un proyecto de 16 M€
Aprovechando fondos europeos, la Junta de Castilla y León pondrá en marcha un importante proyecto de digitalización del sector, que se abordará en el marco del instrumento Retechfor, y que estará dotado con 16 millones de euros. Esta iniciativa contribuirá también al incremento de la producción de madera sostenible para alcanzar los 4 millones de metros cúbicos y surtir a la industria maderera de la Comunidad.
Así lo anunció este enero el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en el transcurso de una reunión con la Mesa Intersectorial de la Madera (MIMCyL), uno de cuyos puntos fuertes fue la necesidad de impulsar la digitalización del sector, tanto en lo relativo a los procesos de las empresas, como en cuanto a los trámites administrativos relacionados con su actividad, de mejorar las acciones de comunicación y de articular ayudas relacionadas con la maquinaria de aprovechamiento forestal.
En la reunión, los integrantes trataron las cifras y circunstancias de la puesta de madera en el mercado en los ejercicios 2022 y 2023, así como el estado actual de la demanda de madera por parte de la industria y del mercado en general. Este es un sector muy variable, dependiente de diversas circunstancias (desde guerras a crisis económicas y a todo tipo de eventualidades económicas), y que condiciona el ritmo de adjudicaciones y de ejecución de cortas.
Otro de los asuntos tratados fue la situación actual y futura de las cortas de madera, con un repaso al volumen cortado en 2022 en Montes de Utilidad Pública (MUP) y montes particulares, el volumen de subastas en los MUP de la Junta en 2023 y las previsiones para 2024.
En la reunión también abordó la necesidad de incrementar la productividad de las algo más de tres millones de hectáreas de montes particulares, que viene lastrada por el minifundismo forestal, siendo imperativo avanzar en la configuración normativa de las concentraciones forestales con el fin de hacer más productiva dicha parte de la superficie forestal. Ello redundará no sólo en mayor actividad económica y empleo en el ámbito rural, sino también en una mayor afección de la ciudadanía por la propiedad foresta y supuesta en valor productivo.
La madera, producto clave para la bioeconomía regional
Suárez-Quiñones destacó que “estamos ante un producto sostenible que resulta clave para la bioeconomía de la Comunidad, y ante un sector relevante para el desarrollo socioeconómico y para la fijación del empleo en zonas afectadas por el reto demográfico", ya que mantiene en Castilla y León 1.800 empresas con más de 12.000 empleos directos y del orden de 30.000 indirectos, movilizando más de 2.000 millones de euros anuales.
Además, los volúmenes de madera que se extraen cada año lo hacen de forma sostenible, y de hecho, aunque se han venido incrementando y se busca incrementarlos más, resultan aún muy inferiores al crecimiento anual de nuestros bosques. Es decir, cada vez hay más madera acumulada cuya extracción es vital, no solo para generar cadenas de valor, sino para reducir el riesgo de incendios.
En los últimos 30 años, la Comunidad ha incrementado en medio millón de hectáreas la superficie forestal con un incremento constante de la extracción de madera sostenible. "Por poner un ejemplo, en el año 1950 se extraían 400.000 metros cúbicos de madera y en el año 2022 se sobrepasaron los 3 millones de metros cúbicos, existiendo capacidad de llegar a los 5 millones de metros cúbicos compatibilizándolo con el incremento de la superficie y de las masas forestales”, señaló Suárez-Quiñones.
También se puso de manifiesto que Castilla y León es líder en gestión forestal sostenible, con una superficie forestal certificada por PFC que supera las 800.000 hectáreas, cerca del 30 % del total de España (2,69 millones de hectáreas), habiendo comenzado también a certificarse por FSC (26.000 hectáreas).
En la reunión se repasó también la especial actividad de Castilla y León y de la Junta en la bioeconomía, en aspectos como la biomasa energética térmica y eléctrica, que alimenta redes de calor y centrales de producción de electricidad; también el creciente uso de la madera en el ámbito de la construcción en el marco del Plan Sectorial del Hábitat de Castilla y León y, finalmente, se puso de manifiesto la aportación de los bosques de la Comunidad a la absorción de CO2 y al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones y lucha contra el calentamiento global.