El trabajo de Cesefor en el grupo operativo RESINLAB, merecedor de uno de los premios 'Innovadores 2023' de Castilla y León
El diario El Mundo-Diario de Castilla y León celebra anualmente los Premios Innovadores 2023, entre cuyas candidaturas ‘se cuelan’ los proyectos e iniciativas que a lo largo de todo el año han merecido un reportaje entre las páginas de este suplemento que es escaparate de innovación.
El trabajo realizado en el seno del grupo operativo RESINLAB fue objeto de uno de esos reportajes (El laboratorio forestal para los resineros, publicado el 2 de mayo) y el ‘titular’ de dicho galardón recayó en Cesefor, en su rol de entidad coordinadora de dicho proyecto de innovación.
En el marco de esta iniciativa, centrada en los territorios de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, el jurado ha valorado el trabajo experimental en el que se han ensayado nuevas técnicas para la extracción de la resina y se ha estudiado la masa forestal para asegurar la sostenibilidad de la extracción frente al reto del cambio climático.
La ingeniera de Cesefor Aída Rodríguez, doctora ingeniera de Montes y coordinadora este trabajo, señaló a El Mundo que los investigadores realizaron un trabajo de campo en el que colocaron sensores en los pinos para medir las variables fisiológicas de la planta, el crecimiento, el flujo de savia, la presión de la resina y las variables climáticas como la temperatura y la humedad.
Las plantas elegidas se seleccionaron de acuerdo a las siguientes premisas: pinos resinados por el método tradicional y un rodal representativo del conjunto de la masa forestal. El estudio se llevó a cabo durante la campaña de resinación de 2022. “Al final lo que hemos estudiado es lo que pasa en los árboles cuando sacas resina en función del clima”, explica Aída Rodríguez.
Entre las conclusiones de los ensayos, Rodríguez subraya que los datos obtenidos de los pinos revelaron que a ciertos niveles de estrés hídrico (falta de lluvia y de agua en el suelo) las plantas empiezan a sufrir en términos de crecimiento y de presión de resina.
Un sensor midió en tiempo real el empuje del fluido lo que permitió estimar la producción de cada planta. Los investigadores corroboraron una relación positiva entre las precipitaciones y la humedad del suelo con la presión de la resina dentro del árbol. “En veranos muy largos, muy cálidos y muy secos, los pinos tienen problemas para producir resina», explica la investigadora y además, cuando se analizaron las variaciones relacionadas con la temperatura se observó que el flujo y la viscosidad de la resina estaban directamente relacionadas con la misma, «a mayor temperatura, lo normal es tener más flujo de resina”, aclara Aída Rodríguez.
Los responsables de este proyecto consideran necesario continuar con estos ensayos durante más campañas de resinación y hacerlo también en otras comarcas resineras tradicionales, como Segovia, o bien en zonas con potencialidad como el Levante o Andalucía. Rodríguez plantea la necesidad de recabar más datos para poder crear herramientas y hacer predicciones útiles para los gestores.
Otra de las líneas de investigación dentro del proyecto GORESINLAB permitió testear métodos de extracción de la resina para estudiar la productividad. Para ello se llevaron a cabo ensayos en los que se confrontó el trabajo de extracción tradicional de pica a mano con un método en el que usa un taladro.
El equipo eligió este segundo modelo mecanizado porque planteaba, a priori, una serie de ventajas, por un lado el resinero ahorraba tiempo en el descortezado y la clavadura en los pinos y la recolección se hace en una bolsa cerrada, por lo que el resultado es de mayor limpieza frente a los botes abiertos que se colocan en los trabajos de picas, por lo que quizá se podría obtener una resina de mayor calidad.
Para el trabajo de campo se seleccionaron siete parcelas forestales, ubicadas en distintas localizaciones, en las que se tuvieron en cuenta las especies de las plantas y las condiciones climáticas. Los trabajos se llevaron a cabo durante dos campañas en cerca de 3000 árboles.
Los resultados mostraron que en todas las parcelas la producción fue menor cuando se empleó el método mecanizado que cuando se hizo con pica tradicional, aunque con grandes diferencias, en algunas localizaciones la reducción de producción fue del 50% y en otras fue del 30% e incluso en algunas hubo ligeros incrementos. Los investigadores apuestan por seguir ahondando también en esta línea de estudio para obtener más estudios sobre métodos de extracción de resina.
El director de Cesefor, Pablo Sabin, anuncia que el centro continuará con su labor investigadora en este sector buscando profundizar en mejorar los métodos de extracción y también en la logística del aprovechamiento. «Es muy importante buscar nuevos procesos para conseguir que el trabajo sea menos penoso», señala. El responsable explica que desde Cesefor no solo se trabaja en la investigación, que es un pilar importante, sino que exploran otras vías como la de posicionar el recurso en mercados internacionales, buscando una marca de la resina ibérica para conseguir una producto competitivo y rentable.
Accede aquí a la web de GORESINLAB y aquí al reportaje publicado, por el que se ganó el premio Innovadores 2023.