La superficie forestal quemada este verano es un 37,5% inferior a la de 2013, según el MAGRAMA

Los incendios de este verano han quemado un 37,5% menos de superficie forestal que en el periodo estival del año pasado, según los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, MAGRAMA, a los que tuvo acceso la agencia de noticias Servimedia.

Así, en julio y agosto de este año fueron arrasadas un total de 15.480,46 hectáreas forestales, lo que supone un descenso del 37,5% respecto a las 24.771,77 del mismo periodo de 2013.

También se ha producido una caída en el número de siniestros, divididos entre incendios (que calcinan al menos una hectárea forestal de superficie) o conatos (con menos de una hectárea quemada). De hecho, en los dos principales meses veraniegos hubo un total de 760 incendios (un 26,1% menos respecto a los 1.028 del año pasado) y 2.165 conatos (un 27,6% menos en relación a los 2.990 de 2013).  

La tendencia descendiente se confirma también con la cantidad de grandes incendios (que arrasan más de 500 hectáreas), puesto que este verano se han registrado seis, por siete del año pasado.

De la superficie abrasada este año, 3.149,02 hectáreas corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto, a vegetación leñosa, concretamente 5.862,63 hectáreas de superficie arbolada y 6.468,81 de matorrales y monte abierto, lo que significan descensos del 26,1%, 36,5% y 52,7% en relación al año pasado, respectivamente.

Menos incendios desde septiembre

Por otro lado, las estadísticas del MAGRAMA reflejan que las hectáreas forestales arrasadas a medida que iba transcurriendo este año siempre eran superiores a las de 2013 hasta el pasado 7 de septiembre, cuando la tendencia se ha revertido y ahora hay menos superficie quemada que el año pasado. Así, entre el 1 de enero y el 7 de septiembre ardieron 41.206,77 hectáreas, lo que supone un 6,98% menos respecto a las 44.295,92 hectáreas del mismo periodo de 2013.

Los incendios forestales quemaron entre enero y febrero de este año 3.410 hectáreas, esto es, el triple de las 1.120 del mismo periodo de 2013. Esta tónica siguió manteniéndose hasta mayo, cuando se mantuvo esa proporción de tres veces más de superficie forestal arrasada este año (21.831,43) en relación a 2013 (7.914,11).

Posteriormente, esta diferencia se fue estrechando poco a poco, de manera que en los ocho primeros meses de este año (1 de enero a 31 de agosto) se quemaron 39.410,64 hectáreas, un 15% más que las 34.268,52 de 2013.

La primera semana de septiembre dio la vuelta a esta estadística negativa, puesto que sólo en estos siete días ardieron 10.027,4 hectáreas el año pasado y 1.796,13 en 2014.

Hay que tener en cuenta que 2013 fue el mejor de la última década, de manera que 2014 lleva camino de superar los registros positivos en cuanto a menor superficie forestal que ha sufrido los efectos de las llamas.