Las bases de datos de producción y diversidad micológica de Castilla y León se coordinarán con otras europeas para realizar estudios conjuntos de interés

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Investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (IUGFS), de la Universidad de Valladolid, (UVa) y de la Fundación Cesefor se reunieron la pasada semana en el Natural Resources Institute de Finlandia con el fin de poner en común el conjunto de bases de datos de producción y diversidad micológica existentes en Europa para la coordinación de futuros trabajos conjuntos de investigación y nuevos proyectos que los financien.

En el encuentro, el director científico del programa de micología de Castilla y León (Micocyl), Fernando Martínez Peña, presentó las parcelas de investigación y bases de datos de la Junta de Castilla y León ubicadas en el Parque Micológico de Pinar Grande, que después de 19 años ininterrumpidos de muestreos semanales resulta la serie temporal más importante de España y la segunda más importante del mundo en número de años como objeto de estudio, después de ‘La Chanéaz’ en Suiza (32 años). Igualmente, Martínez-Peña presentó las bases de datos de la comarca de Pinares Llanos de Almazán (17 años) y otras series temporales registradas en plantaciones truferas de Soria (8 años) de gran valor científico.

En paralelo, el subdirector de la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid (coordinada por Juan Andrés Oria de Rueda), Pablo Martín Pinto, presentó bases de datos de los diez sistemas forestales más representativos de la región. En la presentación, incluyó datos tomados por el propio Oria de Rueda en una serie temporal que comenzó en el año 1983. Estos datos constituyen el primer registro de inventarios micológicos de la región y sin duda aportarán un valioso conocimiento de producción fúngica comparando el escenario climático de hace tres décadas con el actual. Se presentaron datos de Pinares albares y resineros de Palencia (13 años), pinares resineros de Valladolid (8 años) y rebollares de Palencia (8 años). Finalmente, Martín-Pinto presentó datos de un extraordinario ecosistema dominado por jaras en Aliste, productor temprano de apreciadas especies que viene estudiándose desde hace 13 años.

La coordinación de las bases de datos a nivel europeo puede suponer una enorme oportunidad científica para la mejora del conocimiento del recurso micológico y la disposición a la colaboración en esta materia fue total desde las distintas instituciones europeas participantes.

Por otro lado, cabe destacar que los sitios micológicos experimentales de Castilla y León constituyen lugares de enorme valor científico para el estudio de las consecuencias del cambio climático en la producción y diversidad de setas, además de para la integración de la micoselvicultura en la gestión de los sistemas agroforestales.