Asociaciones de cazadores colaboran con la Fundación Biodiversidad en la conservación del urogallo
La Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha suscrito sendos convenios de colaboración con la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC) y con la Fundación para el Estudio y Defensa de la Naturaleza y la Caza (FEDENCA) con el objetivo de seguir llevando a cabo actuaciones conjuntas para la conservación del urogallo cantábrico a través de la custodia del territorio.
El proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico, que coordina la Fundación Biodiversidad, incluye un programa específico de custodia del territorio que, hasta la fecha, ha logrado la firma de 29 acuerdos de custodia y la ejecución de 17 proyectos.
Este programa pretende ser una herramienta para la conservación del urogallo cantábrico a través de la promoción de acuerdos voluntarios entre propietarios y entidades de custodia en fincas que tienen un interés especial para esta especie y que se encuentran en la cordillera Cantábrica. Los propietarios, junto con las entidades de custodia, han desarrollado actuaciones de restauración y mejora de hábitat, de prevención de incendios y acciones relacionadas con las actividades cinegéticas y los usos tradicionales.
En este contexto, las asociaciones de cazadores colaboran estrechamente con la Fundación Biodiversidad en temas relacionados con la custodia del territorio, pues ambas entidades forman parte del Consejo Asesor de la Plataforma de Custodia del Territorio que promueve y gestiona la Fundación, y además, forman parte del Foro de Redes y Entidades de Custodia del Territorio (FRECT).
Impulso a las buenas prácticas cinegéticas
En esta ocasión, la Fundación Biodiversidad, la UNAC y FEDENCA están trabajando conjuntamente para impulsar buenas prácticas cinegéticas que favorezcan la recuperación y conservación del urogallo cantábrico.
La caza puede ser una herramienta de gestión de poblaciones naturales, si se siguen unos criterios básicos que aseguren la pervivencia de las especies venatorias objeto de la caza y del resto de poblaciones naturales presentes en cada territorio. Las elevadas densidades de determinadas especies en la cordillera Cantábrica, como el ciervo, que compite con el urogallo en la búsqueda de alimento, y de depredadores como el jabalí y el zorro, se han identificado como amenazas para el urogallo cantábrico.
Por ello, la conservación del urogallo en la cordillera Cantábrica requiere de la necesaria implicación del sector cinegético, tanto de la administración responsable de los terrenos cinegéticos que ha de adecuar los planes de caza, como de las asociaciones de cazadores.
En el marco de los convenios suscritos, se reforzarán las actuaciones de conservación y se promoverá la firma de acuerdos de custodia entre asociaciones de cazadores y propietarios de terrenos en la cordillera cantábrica que tengan como fin la protección de esta especie que se encuentra en peligro de extinción.
El ámbito de actuación recoge el área de distribución histórica del urogallo cantábrico en la cordillera Cantábrica, que comprende territorios en las comunidades autónomas de Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León.
La firma de estos convenios supone un paso más en la lucha contra el declive que sufre el urogallo cantábrico y el fomento de herramientas de conservación que involucran a colectivos y sociedad civil en la conservación de la naturaleza.