Investigadores de la Universidad de Oviedo desarrollan las primeras herramientas para la gestión forestal del castaño de monte bajo

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El grupo de investigación en Sistemas Forestales Atlánticos (GIS-Forest) de la Universidad de Oviedo ha colaborado con el Centro Tecnológico Forestal y de la Madera (CETEMAS) en la realización de la primera herramienta de gestión forestal para el castaño de monte bajo, la especie más relevante en todo el noroeste de la Península y que cubre casi el 18 por ciento de la superficie arbolada de Asturias. El castaño de monte bajo es aquel que se ha regenerado por cepas y no ha sido plantado por la mano del hombre.

Más de tres años de trabajo de campo enmarcado en el Plan Estratégico del castaño y financiado por la Administración del Principado de Asturias, han permitido al grupo de investigadores elaborar un exhaustivo inventario de alturas, diámetros, características de la masa, etc., que trazan la radiografía de cómo se encuentra la especie hoy en día y permiten diseñar instrumentos para planificar una gestión forestal sostenible y que maximice el beneficio que se puede extraer de esta masa arbórea.

Países como Francia han sido pioneros a la hora de poner en marcha esta gestión forestal para esta especie. La investigación desarrollada ha creado herramientas para la estimación del crecimiento y la producción, tales como ecuaciones de biomasa, una función de perfil, una ecuación de índice de sitio, tarifas de cubicación con clasificación de productos, tablas de producción, diagramas de manejo de densidad o modelos que permiten determinar el índice de sitio a partir de variables ambientales.

Es necesario actuar sobre las masas para sacar todo su potencial

El abandono de las masas forestales es el primer y principal problema que los investigadores han encontrado al evaluar la situación. "El potencial de esta masa es muy elevado y se está perdiendo por la falta de actuación de propietarios particulares y administraciones públicas", explica María Menéndez Miguélez, investigadora del grupo cuya tesis doctoral, codirigida por Pedro Álvarez (Grupo de Investigación en Sistemas Forestales Atlánticos. GIS Forest) y Elena Canga Líbano (CETEMAS), se centra en el desarrollo de herramientas de gestión del castaño de monte bajo. Desde el punto de vista sanitario la salud de la especie no es buena. "Hemos apreciado una presencia bastante importante de chancro, un hongo que penetra por las heridas y cortes del árbol reduciendo su vitalidad y lastrando su capacidad de crecimiento", explica María Menéndez.

En Asturias disponemos de 451.317 hectáreas de superficie forestal arbolada, de las cuales 80.560 hectáreas son de masas de castaño de monte bajo. Esto supone un 17,85 % de la superficie arbolada de Asturias y un 49,5 % de la superficie total nacional de castaño. La especie ha tenido desde siempre un estrecho vínculo con la historia y la cultura asturianas al servir como material en construcciones como hórreos o cercas para las fincas. El castaño jugó además un papel destacado en la dieta de la población rural durante décadas.

Equipo de investigación:

  • Pedro Álvarez Álvarez (Grupo de Investigación en Sistemas Forestales Atlánticos (GIS Forest)
  • Marcos Barrio Anta (Grupo de Investigación en Sistemas Forestales Atlánticos (GIS Forest)
  • Elena Canga Líbano (CETEMAS)
  • Juan Majada Guijo (CETEMAS, Grupo de Investigación en Sistemas Forestales Atlánticos (GIS Forest)
  • María Menéndez Miguélez (CETEMAS, Grupo de Investigación en Sistemas Forestales Atlánticos (GIS Forest).