Colegio de Ingenieros Forestales: "El control de las poblaciones cinegéticas es esencial y necesario en el estado de alarma"
Los ingenieros forestales manifiestan su apoyo incondicional a la recomendación realizada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a las comunidades autónomas, con el objeto de mantener el control poblacional del jabalí, debido a los graves problemas que su proliferación está causando en las explotaciones agropecuarias, ganaderas y a los ecosistemas forestales.
El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural (COITFMN) recuerda que "son numerosas las noticias que se han publicado en estos últimos días, referentes a los daños causados por la fauna silvestre y los estudios a realizar para buscar soluciones a este grave problema". El órgano colegial señala que son ya muchas las comunidades autónomas que, siguiendo la referida recomendación del Ministerio, han autorizado el control poblacional de fauna cinegética para atender las necesidades de defensa de los cultivos afectados.
El control de las poblaciones de fauna cinegética es una herramienta clave para mantener las densidades de determinadas especies en el medio natural, cumpliendo así una función primordial en la resolución de los problemas y daños causados por la proliferación descontrolada de algunas especies de herbívoros.
No sólo daños en ecosistemas agroforestales
Cabe recordar, según el COITFMN, que el jabalí no es la única especie cinegética cuyo desequilibrio poblacional se traduce en graves perjuicios y amenazas para la agricultura, la ganadería y los ecosistemas forestales, que pueden derivar en graves riesgos y afecciones en el ámbito de la sanidad pública y animal. Lo mismo sucede con la cabra montés, en el Sistema Central, el rebeco y el ciervo en la cornisa cantábrica, primordialmente por la necesidad de controlar la propagación de “sarna sarcóptica” en su población, o la cabra asilvestrada en las Islas Baleares que está poniendo en jaque a todo el medio natural mallorquín al impedir el regenerado de vegetación. También las poblaciones de conejo, corzo y ciervo, suponen graves riesgos derivados de su sobrepoblación en determinados municipios de nuestro país.
Los ingenieros forestales apuntan que "aunque son más que evidentes los daños en cultivos, explotaciones ganaderas y agroforestales que se están produciendo en las últimas semanas, no son los únicos motivos que justifican el control, más que necesario, de las poblaciones de especies cinegéticas". Entre ellos, se refieren a los accidentes de tráfico, que lógicamente se incrementarán cuando se pueda circular por carretera al final de confinamiento (en este sentido cabe destacar los datos anuales proporcionados por la Dirección General de Tráfico sobre el alarmante crecimiento en la cifra de accidentes de carretera ocasionados por fauna silvestre con resultado de muerte y personas heridas); la persistencia de enfermedades de gran relevancia para la sanidad pública y animal como la tuberculosis, la peste porcina africana, la sarna o los daños que algunas especies cinegéticas están causando a numerosas especies de flora y fauna autóctona, ponen en serio peligro la preservación de la biodiversidad de nuestros espacios naturales, algunos de ellos protegidos, bosques y algunos hábitats recogidos en la Directiva 92/43/CEE.
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