La investigación sobre el uso de la madera de rebollo de Castilla y León para el envejecimiento de vinos arroja notables resultados
Más de veinte millones de metros cúbicos de rebollo crecen en los montes de Castilla y León, sin embargo, su aprovechamiento se ha limitado durante años a calentar los hogares. Con esta investigación se abre una excelente oportunidad para la madera de rebollo en el mercado enológico.
El estudio iniciado en el año 2003 y en el que han participado Cesefor, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, INIA, y la Universidad de Valladolid, sobre la aptitud del uso de la madera de rebollo para la crianza de vinos, ha demostrado que los vinos criados en rebollo, tanto en barricas como con productos alternativos, son una opción real y de calidad frente al roble francés y americano, hasta ahora especies tradicionalmente utilizadas, lo que devuelve al rebollo la importancia de su aprovechamiento en Castilla y León. A la luz de estos resultados, la madera de rebollo apunta excelentes perspectivas en el mercado enológico, sobre todo en productos alternativos, y abre nuevas oportunidades para el aprovechamiento de un recurso forestal abundante, de gran calidad y poco explotado. El artículo sobre esta investigación publicado por la Revista Montes en su número 99 se puede consultar de manera íntegra en la Biblioteca Virtual de Cesefor, en el apartado de Área Pública, y disponible y el siguiente enlace.