El proyecto MyasRC, coordinado por Cesefor, sirve de ejemplo en Castilla-La Mancha para aprovechar sus recursos micológicos
El salón de actos de la UNED en Cuenca acogió la pasada semana una jornada sobre gestión micológica y truficultura en la que más de medio centenar de autónomos y trabajadores de Pymes de Castilla-La Mancha descubrieron algunas de las oportunidades de empleo que puede brindar este nuevo y pujante nicho de negocio para las comarcas serranas de Cuenca y Molina de Aragón. El Proyecto MyasRC fue uno de los protagonistas.
Impulsar la explotación, recolección, transformación y comercialización de hongos, setas y trufas, productos endógenos de la Serranía de Cuenca, como una nueva fuente de riqueza y empleo sostenible para la población de la comarca, fue uno de los principales mensajes lanzados a los asistentes a esta jornada en Cuenca, que tuvo su precedente el día anterior en la localidad alcarreña de Molina de Aragón, la otra sede del Proyecto MICOTRUFA. La acción formativa, denominada Gestión Micológica, truficultura y oportunidades de empleo, se enmarca dentro del citado, cofinanciado por el Fondo Social Europeo a través del Programa empleaverde de la Fundación Biodiversidad y por la Asociación de Desarrollo Molina-Alto Tajo con la colaboración de la Asociación Promoción y Desarrollo Serrano, PRODESE. Este proyecto, que se desarrollará durante todo el año 2012 con diferentes acciones formativas y divulgativas, pretende generar empleo consolidando el sector de la trufa y la micología en las comarcas de la Serranía de Cuenca y de Molina de Aragón-Alto Tajo, donde hay unas condiciones medioambientales favorables para su crecimiento, pero donde faltan canales eficientes de comercialización y transformación, destacó Beatriz Bustamante, una de las técnicas responsables del proyecto. La experiencia de Castilla y León Las ponencias contaron con la participación de expertos en la materia que ya han desarrollado trabajos de implantación y desarrollo de proyectos similares con éxito en otros territorios. Uno de ellos fue el director del Proyecto MyasRC para Castilla y León, Arturo Esteban, quien mostró las experiencias que están llevando a cabo en esta Comunidad y lo que está suponiendo para las zonas en las que se desarrolla. Según explicó, se estima que hay unos 61.000 recolectores locales que extraen unas 17.000 toneladas al año de hongos, lo que genera unos 6,5 millones de euros anuales. Es una experiencia muy interesante porque demuestra su viabilidad y la posibilidad real de que en las comarcas de la Serranía y el Alto Tajo pueda establecerse un mercado sostenible que genere riqueza y empleo, señaló a este respecto Beatriz Bustamante. Además, en Castilla y León, existen 36 empresas que se dedican a la transformación y comercialización, a lo que habría que añadir los sectores asociados como el turismo a través del que se ha denominado micoturismo, relacionado no sólo con la recolección sino también con la gastronomía; Soria es un ejemplo destacable. Por su parte, el investigador del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña Juan Martínez De Aragón, expuso los avances obtenidos en la última década en cuanto a gestión micoselvícola y cómo se organiza el sector de la truficultura en su comarca. Por último, socios de Vitruf, nuevo vivero de planta micorrizada con trufa de Lagunaseca, en la Serranía de Cuenca, compartieron con los asistentes su experiencia de negocio de nueva creación y un ejemplo de una tendencia que ya deja más de 300 hectáreas de trufa las que han sido puestas en cultivo en los últimos años entre la Serranía de Cuenca y la comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo.